Puede terminar provocando una obstrucción en la salida de la orina desde la vejiga y con ello la aparición de síntomas urinarios derivados de dicha obstrucción.
Dicho agrandamiento es una enfermedad progresiva, por lo que los síntomas empeoran con el paso de tiempo, afectando a la calidad de vida de los pacientes.
Incluso, en casos más avanzados pueden aparecer complicaciones como la retención urinaria, impidiéndose el vaciado de la vejiga lo que en ocasiones puede requerir de la colocación de una sonda vesical.