Consiste en la presencia de una erección persistente y prolongada en ausencia de estimulación sexual.
Inicialmente, puede realizarse un tratamiento conservador, aunque, en ocasiones, requerirá de tratamiento quirúrgico para su resolución.
Suelen cursar de manera asintomática en los estadios iniciales, pudiendo provocar en fases mas avanzadas de la enfermedad clínica miccional, sangrados en la orina (hematuria) o dolores óseos por la presencia de metástasis en el esqueleto, entre otros síntomas.
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Incapacidad para iniciar o mantener una erección suficiente como para permitir una relación sexual satisfactoria, pudiendo impactar negativamente en la calidad de vida de los pacientes y sus parejas.
